Hoy quería hablar de un tema que me resulta muy personal, y que creo que es importante que aquellos que me leéis en este blog sepáis. Me refiero a las reclamaciones, peticiones y quejas de ciertas personas que están alejadas del mundo de FEDE o que lo viven con cierta distancia, y que piensan que FEDE es una organización con grandes recursos económicos y personales, y con una gran capacidad de afrontar cualquier reto que se proponga.

Desde que soy presidente de FEDE has sido varias las ocasiones en las que se han dirigido a mí para decirme que “desde FEDE tendríais que hacer esto, lo otro y lo de más allá”. Tras escucharles es cuando les pregunto si conocen la estructura de FEDE, y sus respuestas me confirman su desconocimiento, en el mejor de los casos, y, en el peor, el no querer saberlo, quizás porque es más fácil criticar y reclamar que los demás hagan lo que uno mismo no hace.

Si bien es cierto que en FEDE contamos con muchas y grandes personas que en toda España están comprometidas por y para el paciente con diabetes, también lo es que lo están desde el voluntariado, es decir, sin recibir nada a cambio, tan sólo la satisfacción del trabajo bien hecho. En FEDE contamos sólo con 2 personas fijas, que son la que tienen que desarrollar todos los proyectos que, desde la Junta Directiva, se les traslada. Y yo, como presidente, me paso la mayoría de las semanas viajando, para acudir a reuniones en las que cerrar proyectos de gran envergadura para nuestro colectivo, lo que me supone el sacrificio de desatender a mi familia.

Desde FEDE somos autocríticos y quizás seamos nosotros los culpables de este desconocimiento, por lo que ya estamos en ello para corregirnos. Sin embargo, lo que está claro es que necesitamos ayuda, necesitamos ánimos y necesitamos comprensión. Y como siempre digo: sólo estando unidos seremos grandes.